El proyecto se articula a partir de un pórtico de columnas y vigas de hormigón pulido que ordena los espacios principales de la vivienda. Esta estructura genera una continuidad absoluta entre el interior y los ámbitos exteriores en sombra, permitiendo que la vida fluya sin barreras hacia el espacio abierto y la piscina. Cada estancia ha sido diseñada para disfrutar de vistas privilegiadas al mar Mediterráneo, convirtiendo el paisaje en un elemento arquitectónico más.

La complejidad del proyecto radica en la precisión estructural, la limpieza formal y la voluntad de crear envolventes casi invisibles. En este sentido, la incorporación de carpinterías Jansen Arte y sistemas deslizantes Vitrocsa aporta una ligereza excepcional y unas líneas extremadamente esbeltas, combinando una estética industrial refinada con un rendimiento técnico sobresaliente. Gracias a estos sistemas de alta gama se logra maximizar las aperturas, diluir los límites interiores y exteriores y potenciar las vistas sin comprometer la eficiencia energética ni la estabilidad del conjunto.

La vivienda ha alcanzado una Calificación Energética Clase A, con un consumo anual de tan solo 40,00 kWh/m² y unas emisiones de CO₂ de únicamente 6,00 kg/m² por año. Este resultado demuestra el compromiso del proyecto con la sostenibilidad, la optimización energética y la durabilidad de todos sus materiales y soluciones constructivas.